Blanco

Desperté desnudo he intente buscar algo: una partícula, una nube, una estrella, una montaña, ¡algo chinga!, pero todo fue inútil, púes tanto el horizonte como al cielo no tenían nada que mostrar, en general todo se veía blanco con ligeros matices entre sí, pero reitero, todo blanco; un blanco frió, simplón y silencioso, un blanco que perpetuaba una insoportables ganas de gritar, llorar y correr para no saber más.
Respire lentamente para dejar mis sombríos sollozos escapar, ¿quizá esto es un pesado sueño o una broma de mal gusto? o ¿será qué realmente estoy en ningún lugar?
Sea como fuere lo más viable era caminar, explorar este tan sombrío blanco infernal. Arrastrando tu recuerdo que con el paso de mis pies descalzos se deterioraba aun más, así fui andando entre arboles blancos, ausencias de nubes, silencios escandalosos y una agraviante soledad que me susurraba al oído las dulces porquerías que entre la soledad y ella me querían hacer gozar.
No tengo idea de cuanto camine o por cuanto tiempo camine, pero quiero pensar que fue mucho, realmente mucho, púes estaba desesperado todo a mi alrededor tenía ese asqueroso resplandor blanco, todo en absoluto se veía igual, como si nunca me hubiese movido del punto de partida, desesperado quise arañar las paredes, así que a falta de ello me desquite con el suelo, comencé escarbando con desesperanza, furioso de no habar más, pero un frío sosiego escurrió por mi espalda, al notar que la tierra también tenía un blanco infernal, como pude me quite la calma inyectada en la espina dorsal, tome fuerzas de la rabia y seguí cavando, al llegar a una considerable profundidad comencé a hallar tus besos marchitos, tus caricias oxidadas, tus susurros descompuestos, estaban apilados junto a más basura de lo que alguna vez fue estar a tu lado, me encontré con el recuerdo de la vez que fuimos al cielo unidos por el placer de coito en las noches de desvelo, también estaban allí muchas promesas, clasificadas por: "para siempre", "contigo", "toda la vida", "siempre juntos", "lo juro", "por ti" y demás etiquetas que con el tiempo se volvieron obsoletas, mas al fondo estaba el esqueleto de nuestro amor, era deprimente tenía la piel pegada a los huesos, los ojos tristes y engusanados; estaba anémico, lo matamos de hambre, ¡joder!, nunca lo supimos alimentar.


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